Arquitecto, agarre su plano y súbase a la tabla

Cada vez somos más, no solo los que patinamos sino los que disfrutamos del skateboard en la ciudad. Una tabla, zapatillas gastadas, varios golpes y algunos amigos. Pero a lo lejos vienen a limitarnos la libertad de expresión. “Chantar” es un delito y encima hay que lidiar con los pocos lugares aptos para hacerlo. Quizás aptos no sea la palabra indicada…

Como todo deporte el espacio en donde se desarrolla, tiene sus requisitos. Cada vez que se han hecho skateparks, se repite la discusión entre el arquitecto y el que “patea”. -“Esta es la idea, acá están los planos”. –“Disculpe pero eso está mal, la distribución y las medidas son incorrectas”. Es ahí cuando el profesional se impone con su conocimiento técnico para corregir al chico, también profesional, pero vago a los ojos de la sociedad, preguntándole: “¿quién es el arquitecto acá?” En realidad la pregunta debería ser: ¿quién es el que va a patinar?

Para que el deportista obtenga una buena respuesta, el profesional debe especializarse o conocer el tema, “curtirse”, estar apto para abrirse a la opinión del que sabe y trabajar en conjunto.

Una vez planteado esto entonces sí; planos sobre la mesa y manos a la obra.